María de la Sal era ya la Viudita Número Séis cuando decide casarse por séptima vez, por eso se fue a Pueblo Cuqui, un sitio pequeño en donde su maridito no se olvidara de donde estaba la casa como le había ocurrido a los anteriores. Eso es lo que nos contó ella.
Paquito Papeles, el periodista de Pueblo Cuqui lo está investigando.
Antonio P y Maria de la Sal se casaron en Ciudad Romántica, en la iglesia del Padre Chanclitas, para luego pasar la noche de bodas en el Hotelito Amor y dormir en el Colchón Feliz, el que su dueña decía que era mágico, y que todos los novios que habían dormido en él eran muy felices.
Al terminar la boda, los novios se fueron al hotelito con las maletas y con las fotos de los anteriores séis mariditos de la novia, pero en la puerta se encontraron a la dueña, la Castañita, que presumía de ser una gran experta en el amor y que le dio sus primeros consejos de casada.
María de la sal, la Viudita Número séis, siguió todos los consejos que le había dado Castañita, que sabía mucho de amor y mariditos, e incluso le contó al novio recién casado que había perdido a séis mariditos antes, en menos de un año, ¡que se habían muerto!
Con el susto, ¡Antonio P se murió en la puerta del Hotelito Amor! eso creían, porque hasta el Padre Chanclitas se quedó esa noche a dormir en el Hotelito Amor y en el Colchón Feliz para oficiar el entierro al día siguiente.
Aún estaba amaneciendo, cuando ya su recién mujercita se despierta después de pasar mucho frío a su lado toda la noche en la puerta, Antonio P ya no estaba, ¡sólo se había desmayado! y al despertarse escapó corriendo muy asustado para no volver nunca más.
Dicen que se pasó dos meses seguidos corriendo sin mirar hacia atrás.
María de la Sal lo esperó mucho tiempo, y como nunca volvió, colgó su retrato al lado de los otros séis mariditos. La gente comenzó a llamarla la 'Viudita Número Siete'.